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miércoles, 25 de julio de 2012

La familia Burmeister según los Censos nacionales de Argentina de 1869 y 1895 y otras fuentes.

2012.  Hugo P. Castello, MACN en comisión en la Fundación de Historia Natural "Felix de Azara".

Hermann Burmeister durante su primer viaje al Plata conoció ampliamente a nuestro país y fue en especial admirador de las bellezas de Tucumán, provincia de la que guardó cariñosos recuerdos, y después de su retorno al país en 1861, se casó en segundas nupcias con una gentil tucumana, doña Petrona Tejeda, quien había nacido en 1845 en San Miguel de Tucumán y era descendiente de los conquistadores de Tucumán y fundadores de Córdoba. 
Se dice que Burmeister expresaba a menudo que el queso de Tafi y el vino de Cafayate conservaban una larga vida (Houssay, B. A, 1942, Physis, XIX: 279-283).
Herman  había conocido a Petrona durante su pasaje por dicha ciudad en Julio de 1859, en ocasión de su primer viaje al territorio nacional de (1856-1860). Significa que cuando la conoció, Petrona sólo tenía 15 años, y cuando se casó con ella en San Miguel de Tucumán en 1865, tenía algo más de 20 años. Sobre este hecho sus hijos Carlos y Federico nos cuentan: “En Tucumán conoció a su segunda esposa, Petrona de Tejeda, nuestra madre, con la que contrajo enlace más tarde cuando volvió a Argentina y se había hecho cargo del Museo Público de Buenos Aires” (en 1862). 
Ringuelet (1960) al respecto es bastante mas directo cuando menciona: “En sus movimientos tan dilatados por la Confederación, anduvo por el Tucumán florido, en donde es muy probable que residiera la verdadera e íntima causa que explique mejor su vuelta definitiva en febrero de 1862 (en realidad retornó en Setiembre de 1861) cuando lo llamaron Sarmiento y Mitre. Aún no sabemos quién les sopló el nombre a aquéllos. De todos modos el gran Burmeister ya estaba predispuesto para venir a estas latitudes y por causas más poderosas que los cambios de aires o la autocracia prusiana” (1).
Según Lascano González (1980) Burmeister tuvo cuatro hijos: Carlos, Amelia, Federico y Gustavo. En el  censo nacional de 1869 solamente se menciona a Carlos Burmeister nacido en 1867, pero en el censo de 1895 éste declaraba tener 27 años, soltero, y Federico Burmeister nacido en 1874 *, y con 21 años y soltero, también.
Carlos Burmeister, que había nacido el  1o. de abril de 1867, fue el mayor de los hermanos y acompañó a su padre desde jovencito en tareas auxiliares en el museo y luego como eficiente naturalista. Había ingresado con un bajo salario al museo con la categoría de "Ayudante interino" a cargo de la sección Entomología, en 1884 era empleado del Museo Nacional con un salario de 100 pesos m.n., siendo su cargo el de "naturalista". Carlos en el período de 1892-93 fue enviado por el Museo de Ciencias Naturales de La Plata en una expedición a Santa Cruz, para realizar estudios y recoger muestras de historia natural y antropología, cuyos resultados publica en 1903.
Como naturalista viajero tomó parte de las exploraciones realizadas por Lista y Fontana en la Patagonia en 1880, pero fue posteriormente Naturalista viajero de la Dirección de Agricultura y Ganadería de la Nación .
Como exploradir de los territorios de Chubut, Santa Cruz y Misiones  publicó varios trabajos e informes de expediciones a la Patagonia (2 a 9).  entre 1888 y 1903.
Sin embargo pareciera haber dejado su trabajo en el Museo y en el censo de 1895 declaró dedicarse al comercio.

Expedición a Patagonia (1889-1890)
 Durante el verano del período 1888-1889, Carlos Burmeister (1890) colectó aves en Patagonia y produjo una lista sistemática de mas de 50 especies, la mayoría de las cuales habitan la región Antártica .En el mismo distrito donde Darwin la había colectado originariamente  en el viaje de la “Beagle", Carlos” obtuvo un único ejemplar de Milvago albogularis Gould. El Señor A. Fauvety participó en la expedición  y realizó anotaciones sobre los hábitos de los pingüinos patagónicos.

Expedición  de Carlos a Santa Cruz  (1891-1892)
A  fines de 1891 una comisión del museo Nacional viajó al Puerto Santa Cruz. La integraba el Naturalista Viajero del Museo Carlos Burmeister, secundado por Emilio Beaufils, Juan Ivovich y Federico Berry, Pedro M. Rosa, y el yahgan Maish. En el mes de septiembre Burmeister efectuó colecciones fósiles en la zona de Monte Observación (Burmeister, 1891) y, a partir del 29 de diciembre de 1891, en una amplia región ubicada entre la costa atlántica y la cordillera y los ríos Santa Cruz y Chalia. Esta expedición tuvo como base “un galpón” del Museo ubicado en proximidad al Puerto Santa Cruz. Desde allí, con un pesado carro de cuatro ruedas,  se avanzó por la margen norte del río Santa Cruz en dirección noroeste, hasta el río Chalia o Shehuen, para continuar luego hacia el suroeste hasta la margen oriental del lago Viedma, recorrer la margen oriental del río Leona hasta lago Argentino, del cual se exploró su margen norte hasta más allá de los cerros Hobler y Castillo, en cuyas inmediaciones se bautizaron los arroyos de las Hayas y de los Loros. En este trayecto la comisión, entre otros fósiles, hallo restos de dinosaurios en la región del río Leona y del cerro que se denominó Fortaleza. Posteriormente Burmeister y sus acompañantes retornaron hacia el norte hasta “Shanijeshk-aik” (= Piedra Clavada), en el río Shehuen, y siguieron de allí al lago San Martín. Finalmente regresaron por los valles de los ríos Chalia y Chico hasta Santa Cruz, a donde llegaron, con las colecciones obtenidas, a fines de marzo de 1892 (Burmeister, 1892)
.
Túneles bajo el patio del Museo
En 1893 Federico Burmeister había descendido y levantado sobre el terreno un plano de los túneles que pasaban debajo del museo y que también recorrían el subsuelo del Mercado del Centro, enfrente del mismo
Federico Burmeister, 1904, en su oficina del Museo, (Foto de Caras y Caretas, 1904) (12). 

Croquis del túnel hallado debajo del patio, entre el Museo y la Facultad, investigado por Federico Burmeister en 1893,  publicado en Caras y Caretas por Vidal en 1904 (Modificado parcialmente).

En el censo de 1895 Federico había declarado ser empleado nacional del Museo, en tanto su madre, ya viuda, se declaraba católica, al igual que sus hijos, e informaba haber tenido 4 hijos, dos de los cuales (Carlos y Federico) vivían en la misma casa junto con una cocinera viuda y su hijo, ambos de nacionalidad (oriental) uruguayos. Federico Burmeister, también se inició como ayudante en el museo, luego se desempeñó como naturalista viajero, cargo al que renunció en 1899 como consecuencia de restricciones presupuestarias impuestas por el gobierno. Llegó a ocupar, mas tarde, altos cargos en la Administración pública. Federico, quien heredó las aptitudes artísticas de su padre, fue el responsable en 1944 de colaborar en la obra “Viaje por los Estados del Plata (1857-1860) con sus delicadas viñetas y dibujos a pluma, en parte sobre originales de su padre. En 1898 había actuado como litógrafo de las 52 láminas de la ilustradora Srta. Emma Napp para un libro de Bettfreund "Flora Argentina", publicado en Buenos Aires, siendo considerado como un destacado litógrafo (11).

Una de las 52 ilustraciones del libro Flora Argentina
Amsinckia angustifolia hierba anual nativa, boraginácea de  hermosas flores amarillas, distribuída en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Mendoza y de la Patagonia. Para que el mensaje fuera más eficaz, Bettfreund, acompañó a la descripción de los ejemplares una buena lámina con reproducciones en colores de cada ejemplar descrito. Las ilustraciones fueron realizadas por la Srta. Emma Napp y las litografias por Federico Burmeister –hijo del sabio  Burmeister–, quien hábilmente las ha litografiado con toda fidelidad.

Viaje por lo Estados del Plata (Reise durch die La Plata-Staaten”)
La traducción de esta obra comenzó en 1929 por gentileza de una tal Srta. Müller, quien le entregó los dos tomos traducidos al Director del Museo, Prof. Martín Doello Jurado, quien, aparentemente a su vez hizo correcciones en tinta roja, y le pasó el texto de la traducción de los Capítulos I y II, a Carlos Burmeister en 1930.trece años después el primer tomo  vio  la luz en 1943. (Expediente AHMACN B.2321930.)

La versión oficial es que muchas décadas después de su edición en alemán, Carlos y Federico en la década de 1940, fueron los responsables de traducir al español los volúmenes de la obra “Reise durch die La Plata-Staaten, mit besonderer Rucksicht auf die physische Beschaffenheit und den Culturzustamd der Argentinischen Republik" (1861), que se denominó " Viaje por lo Estados del Plata, Tomos I-III (1943-1945). En los tomos publicados no se hace referencia a la traducción efectuada por la Srta. Müller o Doello Jurado.

El primer Presidente de la Asociación Amigos del Museo
Un nieto de Burmeister, Carlos Burmeister, fue socio fundador y el primer Presidente de la Asociación Amigos del Museo en 1972.

Colegio alemán “Burmeister”
 El colegio alemán Germán Burmeister, sito en la calle Thames de Buenos Aires, creado por sus descendientes, cerró sus puertas definitivamente en la década de 1990.

Bibliografía

1) Ringuelet, R. A 1960. La era burmeisteriana en: Historia, estado actual, y futuro de la Zoología en la Repúbica Argentina. Physis.
2) Burmeister, C. V. 1888. Relación de un viaje a la Gobernación de Chubut, ser .Ia. III: 175.
3)                                1888. Ultimas exploraciones en Patagonia por Carlos V. Burmeister, incluyendo los datos recogidos en su   viaje por el ingeniero Asahel  P. Bell - Soc. Geogr. Argentina (Bs.  As.), VI.
 4)                               1890. Expedición a Patagonia por encargo del Museo Nacional, confiada a Carlos V. Burmeister,  Naturalista viajero del Establecimiento. Anales del Museo Nacional de Buenos Aires. Entrega XVI, Ser. Ia., III, 253,  Buenos Aires.
5)                                1891. Breves datos sobre una excursión a Patagonia. Museo La Plata, Revista 2: 275-287.
6)                                1892. Nuevos datos sobre el Territorio Patagónico de  Santa Cruz.  Muse La Plata, Revista, 4: 227- 256, 337-352.
 7)                               1899. El Campo del Cielo (Territorio del Chaco). Dirección de Agricultura y  Ganadería Argentina,  Imprenta de J. Peuser: 95 pp.
 8)                                1900. Memoria sobre el Territorio de Misiones, por el naturalista vajero Carlos Burmeister, Ministerio de Agricultura, de la República   Argentina, Bs. As.   
 9)                               1903. Territorio de Santa Cruz. Boletín de Agricultura y Ganadería, 58: 505- 556.
10) Lascano González, A. 1980: El Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires: su historia, 135 pag., Buenos Aires.
11) Bettfreund, B. 1898. Flora Argentina. Recolección y Descripción de plantas vivas por (…)dibujadas del natural y litografiadas por F. Burmeister. Tomo Primero. 52 láminas coloreadas. Buenos Aires, (1898). Librería Alemana de Gmo. Van Woerden & Cia. 
12) Vidal .1904. Una excursión por los túneles de Buenos Aires, Caras y Caretas, 30/3/04.


Notas.
* Existe un registro de un tal Federico Alberto Andrés Burmeister nacido el 10 de Julio de 1875, cuyos padres son German Burmesteis (sic) y Petrona Lejeda (sic), nacido en San Nicolás del Distrito Federal. Se trata sin dudas del hijo de Burmeister, cuyos nombres y datos han sido mal escritos por el censista, o  posteriormente mal transcriptos a la base de datos del Censo Nacional. 
** Existe además un registro de un Gustavo Burmeister en 1895, de 28 años de edad, soltero, radicado en Corrientes, y nacido en Buenos Aires, que se dedicaba al comercio, desconocemos si fue o no, hijo de Herman Burmeister.  

miércoles, 4 de julio de 2012

Ballenas, delfines y lobos marinos de nuestras costas según Burmeister

Hugo P. Castello, 2013. MACN:en comisión en la Fundación de Historia Natural "Félix de Azara".


Las ballenas y lobos marinos de las costas de Buenos Aires y de la costa atlántica de la Provincia de Buenos Aires
En el Hemisferio Sur las grandes ballenas realizan extensas migraciones en el Océano Atlántico Sudoccidental entre sus áreas de cría en aguas tropicales frente a la costa del Brasil y sus áreas de alimentación en aguas antárticas. En la actualidad casi todos los años y a pesar que el Río de La Plata está intensamente recorrido por embarcaciones de todo tipo, algunas ballenas penetran en el estuario y recorren las aguas cercanas al Delta y luego se retiran hacia el mar; unas pocas varan en las costas fangosas del río. Un siglo y medio antes, cuando las poblaciones de ballenas aun no habían sido diezmadas por la caza comercial y el río era surcado solamente por embarcaciones de vela, los encalles en estas costas eran más frecuentes. Uno de los grupos faunísticos que atrajo la atención de H. Burmeister fue el de las ballenas, delfines y lobos marinos que penetraban al estuario del Plata. Tal es así que durante la Sesión en la que se fundó la Sociedad Paleontológica de Buenos Aires (11 de Julio de 1866) Burmeister presentó a los nuevos socios, los huesos de ballenas encontrados enterrados en una de las islas que bordeaba el Riachuelo de las Conchas (actualmente río Reconquista) y que probablemente pertenecían a una ballena jorobada (Megaptera).
A lo largo de su vida Burmeister publicó un total de 21 artículos (1865-1872) sobre mamíferos marinos, algunos muy extensos y detallados y otros de reducida extensión.
Habiendo transcurrido ya mas de 110 años de su fallecimiento, uno sólo puede admirar sus observaciones sobre las ballenas y delfines y es digno reconocer que este sabio alemán a pesar de su escaso conocimiento previo sobre los cetáceos, fue el autor de dos especies válidas de cetáceos, una “marsopa espinosa” y “una ballena minke antártica”, ambas descriptas cuando la bibliografía existente sobre este tema era sumamente reducida, y el material osteológico de la colección del Museo escaso. Desconocemos los motivos que tuvo Burmeister para procurar adquirir o rescatar los esqueletos completos de las grandes ballenas, cuando él sabía que en la reducida superficie del Museo Público carecía del espacio suficiente para exhibir los esqueletos completos o al menos los grandes cráneos con sus mandíbulas. Podemos suponer que su innata curiosidad y la falta de información sobre las grandes ballenas del Hemisferio Sur pueden haberlo motivado a colectarlos y describirlos, a pesar de la infundada esperanza de poder contar con el espacio necesario para exhibir esos esqueletos.
Es necesario mencionar que para esa época no existía publicación alguna europea o norteamericana que hiciera referencia las ballenas y delfines del Atlántico SO. Tampoco se habían publicado buenas ilustraciones de los cadáveres frescos de los cetáceos y los grabados sobre la osteología de los cetáceos eran escasos e incompletos.
Los Estudios de Burmeister, son excelentes en todo aspecto, mas aún cuando son comparados con las observaciones contemporáneas de Beltremieux, por ejemplo, que estaba llevando a cabo la misma tarea en Bordeaux, como lo hacia Burmeister en Buenos Aires. Las observaciones de Beltremieux consistían en unas pocas observaciones de cada cetáceo, en cambio las de Burmeister eran extremadamente detalladas
Fue el primer naturalista en realizar medidas precisas de las diferentes partes de la anatomía de los cetáceos. La metodología de trabajo de Burmeister era ejemplar. Beltremieux y Burmeister aparentemente no se conocían el uno al otro, lo cual fue una pena porque hubiera sido importante que pudieran comparar sus observaciones en ambas costas del Atlántico. Pareciera también que Burmeister no sospechó de la presencia de los delfines de agua dulce en Sud América. Esta laguna puede ser atribuida mas a la lenta distribución del saber en aquellos años que a la falta de curiosidad de Burmeister, que estuvo activo hasta su fallecimiento. (Arvy, L. and G. Pilleri, 1977).

Ostéographie des Cétacés, por Van Beneden ,1868-1880. Esta obra fue adquirida y consultada por Burmeister y con ella pudo clasificar algunas de las ballenas y delfines que halló en la costa del Río de la Plata. El estilo de esta publicación sirvió a Burmeister, de modelo, años después cuando, con gran esmero, dibujó y publicó los esqueletos completos de las ballenas halladas por él en la costa del Río de la Plata.



Los lobos marinos
Los lobos marinos o pinnípedos de nuestras costas fueron descritos en el tomo III de la Descripción Physique…., (525-530) donde citó dos especies, Otaria jubata de la “lobería grande”, denominación que le dio Drake a la colonia de lobos marinos de un pelo, que actualmente subsiste en el Puerto de Mar del Plata, y también en el Atlas (1), y el lobo marino de dos pelos, Arctocephalus falklandicus de las Islas Malvinas. (1, 2, 3, 4).





Litografia pintada por Burmeister y publicada en el Atlas correspondiente a los lobos marinos (Die Seehundeder der Argentinischen Kuste…)





Acuarela pintada por Burmeister del Epiodon patachonicum, la única acuarela que se ha salvado al presente. Fue enviada por un especialista en cetáceos para ser restaurada cuando fue hallada en la Div. Mastozoología en pésimo estado de conservación.


Los delfines
En cuanto a los delfines con dientes u Odontocetos (532-543), Burmeister describió a 9 especies de delfines de distintas familias, o sea aproximadamente un tercio del total de las especies que se conocen hoy en día para nuestras aguas costeras, cuatro de las descriptas por este autor habían sido recogidas en aguas frente a la ciudad de Buenos Aires o del estuario del Plata; una de ellas fue una nueva especie válida de marsopa espinosa, Phocoena spinipinnis, cuyo cuero taxidermizado, subsiste muy deteriorado en la colección del MACN. Sobre las cuatro ballenas con barbas (Mysticeti) descriptas en esta obra (544-547) nos ocuparemos con mas detalle a continuación, pero debemos mencionar que en el Atlas correspondiente Burmeister realizó diseños muy detallados de los cráneos y huesos de las ballenas rorcual (Balaenoptera).
La misma especie era descripta en distintos idiomas en diferentes revistas
Fue frecuente que Burmeister publicara más de un artículo sobre cada ejemplar que hallara varado. En algunos casos publicaba el hallazgo en español, en la mayoría de los casos en inglés y ocasionalmente en alemán. En varias oportunidades cambió el nombre del género y especie del mismo ejemplar en la medida que reconsideraba ciertos caracteres diagnósticos del género o de la especie. El caso mas significativo fue el de un macho de Delfín picudo de Cuvier (Ziphius cavirostris) al que le dedicó seis artículos y denominó en forma sucesiva: Delphinorhynchus australis (Burmeister 1865 a), Ziphiorhynchus cryptodon (Burmeister 1865 b). y Epiodon australe (Burmeister 1867 a). Sobre este ejemplar, del que lamentablemente se ha perdido el esqueleto, el Museo conserva una hermosa acuarela a color que luego fuera reproducida en los Anales, la cual fue restaurada por un especialista en la década de 1980 con fondos del autor. Ésta es, a la fecha, la única acuarela original de Burmeister que ha llegado hasta nuestros días y que demuestra las grandes dotes artísticas del sabio alemán.



Las ballenas varadas en la costa del Río de la Plata estudiadas por Burmeister.
Imposibilidad de exhibir los esqueletos de ballenas.  
En los albores del siglo XIX, las ballenas encallaban vivas en la costas fangosas del estuario del Río de la Plata, muriendo muchas de ellas en las islas del Delta, en las playas frente a la ciudad de Buenos Aires o en la costa de Quilmes.
Burmeister debe haber tenido oportunidad de observar los esqueletos de ballenas exhibidos en los museos europeos antes de partir definitivamente para América y seguramente tuvo en mente la idea de poder exhibir los esqueletos de las mismas. Sin embargo la falta de salas espaciosas en el viejo edificio del Museo Público le impidieron montar y exhibir los esqueletos que había recogido, con excepción de un cráneo que exhibió durante décadas en el zaguán del Museo, en la planta baja.
Durante el período de 1865 a 1872 Burmeister se sintió atraído por el estudio de los cetáceos y publicó un total de 21 trabajos en tres idiomas diferentes sobre ballenas varadas. El hallazgo y estudio de una de ellas en aguas costeras de Quilmes obligó a Burmeister a realizar grandes esfuerzos físicos, como veremos mas adelante, y obtener fondos suplementarios del Gobierno para poder trasladarse hasta el lugar del varamiento, o para adquirir los esqueletos que los pescadores querían venderle al gobierno.
Burmeister, sin experiencia previa alguna en ballenas actuales (5), que eran algo mas conocidas por los científicos europeos, entre los que se encontraba el Dr. John Edward Gray (6), tuvo oportunidad de colectar esqueletos de casi todas las especies de las grandes ballenas rorcuales, llevarlos al museo con el deseo de poder exhibirlos y estudiarlos con gran detalle. En dos de las tres descripciones que relatamos a continuación estuvo acertado al describir nuevas especies o variedades.
Al respecto en el informe anual de 1870 enviado al Ministro Malaver dice así: “el esqueleto de una ballena encallada en la costa del Río cerca de Quilmes….. no está armado hasta hoy, porque no hay en el Museo Publico ni obreros facultativos para la ejecución de la obra ni lugar conveniente en las salas del Museo Público para colocar el esqueleto” (15).
Las distintas especies de ballenas descriptas por Burmeister
Guiado por su interés por los cetáceos había adquirido para la biblioteca del Museo una monografía dotada de incomparables y muy precisas ilustraciones de cráneos y esqueletos de las ballenas y delfines del Hemisferio Norte (Ostéographie des Cétacés, vivants et fossiles.Van Bérnéden et Gervais, 1869-1879)







Cráneos (izq a derecha) de la B. bonaerensis, B.intermedia, y B. patachonicus dibujados en el Atlas :“Die Barten wale der Argentinischen Kusten” (Las ballenas barbadas de la costa Argentina) (Atlas, sección 2, livr.1).




Burmeister, en una de sus últimas obras en este tema, describió a las ballenas y delfines en su más extensa obra, la “Description physique de la République Argentine” (Tome III: Animaux vertébrés, 1. partie, Mammifères vivants et éteints, avec atlas) y pudo preparar mas tarde lo que consideró una especie de suplemento gráfico a la Ostéographie de van Beneden, al que denominó “Erläuterungen zur Fauna argentiniens enthaltend ausführliche Darstellungen neue oder ungenügend bekannte Säugethier, (Coni: 62 pp.) adonde dedicó un capítulo a las ballenas rorcuales del género BalaenopteraDie Barten wale der Argentinischen Kusten” (Las ballenas barbadas de la costa Argentina) (Atlas, sección 2, livr.1).

Columnas vertebrales de B. bonaerensis, B.intermedia, y B. patachonicus dibujados en el Atlas :“Die Barten wale der Argentinischen Kusten” (Las ballenas barbadas de la costa Argentina) (Atlas, sección 2, livr.1).


Fue así como redescribió y representó gráficamente en el respectivo Atlas en 1881, los cráneos y vértebras de las siguientes especies de ballenas, que con anterioridad había descrito en distintas revistas científicas:
 
A) Ballena de aleta de Patagonia: Balaenoptera patachonicus
En base a un antiguo esqueleto defectuoso, que había sido hallado cerca de Quilmes en 1832 y exhibido durante años en la mansión de Rosas en Palermo, junto con otro varado frente a la Aduana vieja (Agosto 1866), y a un tercer ejemplar varado en Quilmes en 1870 (8), realizó la descripción de la “patagonian finner” (o ballena de aleta de Patagonia) (9) (Burmeister, 1870). Gray en una carta que le enviara a Burmeister en 1865 le había informado que ésta era la primera ballena con aleta proveniente del Hemisferio Sur en ser descripta con gran detalle, y a pesar que faltaba el esternón, en base a las vértebras, el cráneo y la escápula, Gray pudo identificarla como una ballena de aleta. En 1870 el sabio encontró en Quilmes (a dos millas de Buenos Aires) otro ejemplar de esta especie de 60 pies de longitud, 6 pies de altura y 16 pies de circunferencia corporal. Pudo realizar un dibujo del ejemplar y recuperar algo de su esqueleto. (Burmeister, 1870). Para esta especie Burmeister consigna la fórmula vertebral: C7+T16+L15+Ca 24= 62.
Actualmente la especie descripta por Burmeister es considerada como un sinónimo de la ballena fin, Balaenoptera physalus.
B) Ballena azul: Balaenoptera intermedia
En Agosto de 1871, cerca de la boca del río Luján, un particular (Sr. Marana) encontró un ejemplar juvenil de aproximadamente 58 pies de longitud (12) y se lo ofreció en venta al gobierno provincial. Burmeister puso como condición que el esqueleto estuviera completo, para abonarle la suma de 8.000 p.m.c., por lo que el gobierno provincial destinó esa suma para la compra de este ejemplar y costear gastos de viaje. Desafortunadamente el ejemplar ingresó incompleto al Museo (7/9/71) (faltaban las 4º falanges de ambas aletas, el extremo caudal del esqueleto, y el hueso hioides) por lo que Burmeister sólo abonó 4.000 p.m.c. (12 al 16). El autor pudo revisar otros dos ejemplares juveniles de 58 pies de longitud c/u. Esta variedad, que durante mas de un siglo fue ignorada por los especialistas, es actualmente reconocida como una subespecie “enana” de la ballena azul, Balaenoptera musculus intermedia. Para esta especie Burmeister da la fórmula vertebral: C7+T15+L16+Ca 26= 64.
C) Ballena minke: Balaenoptera bonaerensis
El cadáver fue hallado por un pescador en la costa del Río de la Plata, en la desembocadura del riachuelo Medrano, cerca de Belgrano, el 5 de febrero de 1867, a 10 millas del centro de Buenos Aires. De acuerdo a una nota enviada por Burmeister al Ministro de Gobierno (3 de Abril, 1867, AHMACN Nº 160) ) el esqueleto de este macho de 32 pies de longitud (=9,6 m), que estaba completo y en buenas condiciones fue llevado en bote desde Belgrano y desembarcado en la playa cerca del muelle de la ciudad por el mismo pescador que la halló, a quién le abonó la suma de 1500 pesos m.c, y por carreta al Museo, , abonando 100 pesos m. c. Burmeister calculaba que el armado del esqueleto tendría un costo de 1.400 pesos m.c., por lo que reclamaba fondos al Gobierno para realizar ese trabajo.
Sus vértebras fueron detalladamente medidas y descriptas al igual que el cráneo (Burmeister, H., 1867) y recién sólo pudo publicar una detallado esquema del cráneo y de sus vértebras en su obra: “Description physique de la République Argentine” (Tome III: Animaux vertébrés, 1. partie, Mammifères vivants et éteints, avec atlas)
Durante mas de un siglo esta especie fue considerada como no válida y enviada a la sinonimia de
Balaenoptera acutorostrata, pero en la actualidad, considerada como una especie válida, es conocida como la “ballena minke antártica” y está presente en aguas del Atlántico S.O. y la Antártida. El cráneo se exhibió durante décadas en la entrada del Museo Público, y, hoy en día, está depositado en la colección de Mamíferos Marinos del MACN, donde fue estudiado y redescubierto por Zerbini y Castello (2003).
Para esta especie Burmeister da la fórmula vertebral: C7+T11+L12+Ca19= 49.
D) Ballena franca: Balaena australis
Menciona además, para aguas del Atlántico Sur, en base a tres vértebras cervicales de la colección del Museo, a la ballena franca austral, Eubalaena australis, citándola como, Balaena australis (Erlaut. Fauna argentiniens, Pág. 35). Habiendo transcurrido mas de un siglo y dos décadas desde la muerte de Burmeister uno sólo puede admirarse de las observaciones cetológicas que el realizara con tanta precisión y detalle, mas que todo en una época en la que no se disponía de las guías para la identificación de ballenas y delfines que a la fecha están al alcance de cualquier persona. Fue además el primer naturalista en realizar medidas precisas de las diferentes partes anatómicas de ballenas y delfines.

Notas
1) En el Atlas correspondiente a los lobos marinos (Die Seehunde der Argentinischen Kuste… ) brinda 4 láminas con diseños de los cráneos de Otaria jubata a las diferentes edades y resalta las diferencias de ambos sexos.
(2) Los nombres vulgares y científicos actuales de estas especies son: “lobo marino de un pelo”, Otaria flavescens y “lobo marino de dos pelos o lobo fino, Arctocephalus australis).
(3) Atlas de la Description physique de la République Argentine, Buenos Aires, 1883. (Die Seehunde der Argentinischen Küsten Anhang: Systematische Uebersicht der bekannten Ohrenrobben und Argentinische Seehunde, die nicht Ohrenrobben sind.) (Los lobos marinos de la costa argentina, apéndice: Anexo estudio sistemático de los leones marinos argentinos conocidos y de los que no son leones.
(4) Los nombres vulgares y científicos actuales de estas especies son: “lobo marino de un pelo”, Otaria flavescens, y “lobo marino de dos pelos o lobo fino, Arctocephalus australis.
(5) En 1847 había publicado un trabajo sobre cetáceos fósiles (Bemerkungen über Zeuglodon cetoides, Owen's, Basilosaurus, Harlans's, Hydrarchos, Koch's. Halle).
(6) Fue Director de Zoología en el Museo Británico en Londres (1840-1874) y autor de numerosos trabajos sobre ballenas y delfines.
(7) Nota enviada por Burmeister al Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires el 15 de enero de 1871, “Me permito remitir a VS. el plano con el presupuesto de la edificación de un nuevo alto encima del viejo edificio del Museo Público sobre el cual ya he tenido (una conversación) con el Sr. Gobernador (Emilio Castro ) cuando .......visitaba hace cuatro meses el Museo Público para inspeccionar el esqueleto de la ballena recién tomada en la costa del río cerca de Quilmes (Balaenoptera patachonicus). Como este esqueleto tiene una longitud de 60 pies no hay lugar de colección en ninguno de los salones del Museo Público y como tenemos además dos otros esqueletos de ballenas poco menores que para la comparación científica deben ser colocadas juntas en el mismo Salón, me parece una necesidad urgente, edificar una sala conveniente a la colocación de los tres.”. Dicha sala, a levantarse en la azotea, nunca se construyó y, con el pasar de los años, los esqueletos, excepto un cráneo, se deterioraron.
(8) Ballena varada en Quilmes (10,11): Al ser informado por dos pescadores de esa zona el Juez de Paz don Tomas Giraldez (27/4/1870) que una ballena había varado a cierta distancia de la costa del Río de la Plata, el juez se embarcó y llegó hasta el lugar del varamiento y comprobó que los tripulantes de un pailebote y dos lanchas habían comenzado a matarla. El Juez ordenó suspender toda acción y decidió custodiar al animal por medio de dos vigilantes de Quilmes. Al día siguiente le comunicó la novedad al Ministro de Gobierno Antonio Malaver, quien a su vez le elevó un oficio al Dr. H. Burmeister para que tomara posesión del animal. (10).
Un día después Burmeister (8) se trasladó a una distancia de una legua río arriba donde halló el cadáver de la ballena recién muerta, con el barco de los pescadores a su lado que “esperan el momento mas conveniente para robarlo” y propuso remolcarlo mas cerca de Quilmes hasta la boca del arroyo Manzano donde existía un “silgadero” para barcos y “esperar a su limpiadura por las agencias naturales de la atmósfera y el agua”. El cuidado del cadáver fue confiado al capataz del “silgadero”. Burmeister tuvo entonces que viajar en repetidas oportunidades a controlar el cadáver al que lo describe como perteneciente a un macho de 60 pies de longitud, 6 pies de altura y de 16-18 pies de circunferencia corporal. La falta de medios de transporte hasta el lugar quedó reflejado en el relato que hizo Burmeister al Ministro, mencionando haber viajado “una vez en coche a Quilmes, dos veces en el vaporcito de la Capitanía de Puertos, una vez por el ferrocarril a la Boca y dos veces de acá por la “falúa de la Capitanía del Puerto” (pequeña embarcación de vela destinada al transporte de las autoridades de la marina) hasta el cadáver mismo” gastando por los repetidos viajes y la gente que me asistió en conservación y transporte2925 p.m.c. y para poder viajar cada 2 ó 3 días hacia ese lugar solicita un abono mayor (11).
El Ministro Malaver mas adelante recibió la cuenta de gastos realizados por Burmeister por un total de 4302 p.m.c. utilizados para rescatar el esqueleto (17). (Ver detalles mas adelante).
(9) Con el nombre de “Patagonian finner” Burmeister había comunicado por carta al Dr. Gray el hallazgo en la boca del Río de la Plata de un ejemplar de 58 pies en Agosto de 1866. Pudo hacer un buen dibujo del ejemplar, antes de perder la carcasa, al carecer de mano de obra que lo ayudara a recuperar el esqueleto.
(10) AHMACN No. 264, 266: 27/4/1870 y 29/4/1870 y 5/5/1870).
(11) AHMACN No. 297: 11/8/1870.
(12) Ballena varada en San Fernando en la boca del río Luján (13, 14, 15, 16). Burmeister puso como condición para adquirirlo para el Museo que el esqueleto estuviera completo, y abonarle al particular la suma de 8.000 p.m.c., por lo que el gobierno provincial destinó esa suma para la compra y costear gastos de viaje. Desafortunadamente el ejemplar ingresó incompleto al Museo (7/9/71) (faltaban las 4º falanges de ambas aletas, el extremo caudal del esqueleto, y el hueso hioides) por lo que Burmeister sólo abonó 4.000 p.m.c. de la suma reclamada.
13)AHMACN N º 311: 15/01/1871
(14) AHMACN Nº 344: 3/11/1871
(15) AHMACN: 21/10/1871
(16) AHMACN Nº 336ª y 346: 25/08 y 16/11/1871.
(17) Detalles de los gastos efectuados por Burmeister para recoger los huesos de la ballena varada en Quilmes en 1870
(17.1) Viaje hasta Barracas (28/4) 10 p.m.c.
17.2) Quilmes en coche 200
17.3) Al pescador de Quilmes 50
17.4) Al río en vapor (29/4 y 4/5 300 (pago a un marinero) 60 (para comprar vino)
17.5) A la Boca en ferrocarril 10, al capataz del silgadero 1000 (para la conducción del cadáver) 32 (a los marineros de la Capitanía)
17.6) A la Boca (14/5) 20 (en coche hasta la estación del ferrocarril), Pasaje Ferrocarril 10, 50 (marinero de la Capitanía)
17.7) En coche a la Fábrica de… 200
17.8) Carretón para traer barbas 100
17.9) A los marineros y Cabo de la ballenera 700
17.10) (Dinero) 150 (Perdidos en el camino)
17.11) A la Boca 21/6/ 63
Total: 2925 p.m.c.

 
Bibliografía
Arvy, L.and G. Pilleri. 1977. Burmeister (1807-1892) and the description of the South American cetaceans. Investigations on Cetacea, Vol VIII: 341-347.
Beneden, P. J. van et P. Gervais. 1868-1880. Ostéographie des Cétacés, Vivants et Fossiles. Comprenant la Description et l' iconographie du squelette et du système dentaire de ces animaux. Ainsi que des documents relatifs a leur histoire naturelle, 634 pp. Arthus Bertrand, Paris.
Burmeister, H.1865 a. Delphinorhynchus australis n.sp., Zeistschr. ges. Naturwis, 26: 262- 63.
--------------1865 b. Relación preliminar sobre un cetáceo nuevo Ziphirorhynchus cryptodon tomado en la playa de Buenos Aires Revista.Farm. 4 (15) : 363-368.
--------------1865 c. Preliminary account of a new cetacean captured on the shore of Buenos Aires. Annals Mag. Nat. Hist. 17, 3ª. ser: 94-98.
--------------1866 a. The Patagonian finner. Ann. Magaz. Nat. Hist., vol XVIII (3rd. series), London: 495.
--------------1866 b. Additional observations on Ziphiorhynchus, Ibid: 303-305.
--------------1866 c. On some cetaceans. Ibid. 18 3ª.ser: 99-103.
--------------1867 a: Epiodon australe. Anales Mus. Público Buenos Aires 1: 309.
--------------1867 b. Preliminary description of a new species of finner whale (Balaenoptera bonaerensis). Proc. Zool. Soc., London: 707-13
--------------1867 c: Epiodon patachonicum.Allgemeine Zeitshcr. Gesmmten Naturw. (Dresden), 29: 5.
--------------1870. On the Buenos Aires finner.The Annals and Magazine of Natural History, London: 112.
--------------1881 a. Erlaut. Fauna argentina, Description Physique de la République Argentine, Atlas, Mamíferos: p 12, 37; lámina 3: cráneo, lám. 4: vértebras, lám. 6-8 (esternón, costillas, huesos pectorales (características y comparaciones).
--------------1881 b. Erlaut. Fauna argentina; Description Physique de la République Argentine, Atlas Mamíferos: p 22; lámina 1: Animal y Características externas, lám. 2: cráneo, lám.3-4: vértebras, lám. 5- 7: esternón, costillas, huesos de las aletas; (características y comparaciones).
-------------1881 c Erlaut. Fauna argentina; Description Physique de la République Argentine Atlas Mamíferos: p. 3; lám. 2 y 5: cráneo, lám. 3, 4,6 y 7: (huesos postcraneales, características)
Zerbini, A. N. and H. P. Castello. 2003. Rediscovery of the type specimen of the Antarctic minke whale, (Balaenoptera bonaerensis Burmeister, 1867). Mammalian Biology 68 (2) :118-121.